Toda institución, empresa u organización está expuesta a pasar por una crisis de alta o mediana magnitud, la crisis es la materialización o concreción de un riesgo y causa inestabilidad a la entidad que la experimenta. Debido a ello, las organizaciones requieren contar con un adecuado plan de comunicación de crisis que les permita afrontar con éxito las contingencias de cualquier índole que se presenten. Es importante tener presente, que las crisis llegan sin avisar y que la preparación para enfrentarlas hará la diferencia entre salir fortalecidos o debilitados como institución sea del ámbito que sea. Debe quedar claro que no existe organización, que en determinado momento no pueda ser afectada por una crisis y que la mejor manera de estar preparados para sus contingencias es aceptar y no negar su presencia. Cada crisis es particular e irrepetible, por lo que debe ser tratada con un alto nivel de profesionalismo y de este modo evitar que la imagen, repitación y liderazgo se vean afectados. De ninguna crisis se puede salir sin cambios, pues todas dejarán su huella, y el éxito o fracaso estará en la estrategia utilizada para enfrentarla, comunicarla y superarla.