Las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA), representan una de las afecciones producidas principalmente por el consumo de agua contaminada, siendo la población más afectada a nivel mundial la infantil, con una mayor prevalencia en el área rural, en donde el tratamiento de las aguas residuales es inapropiado. Los desechos humanos se evacuan en letrinas abiertas, canales y corrientes de agua, o se esparcen en las tierras de labranza. Se estima que estas patologías afectan a 1,5 millones de niños anualmente y constituyen la segunda causa de muerte en menores de cinco años, con un estimado de 525 000 cada año. Existen muchas vertientes de agua subterránea, que constituyen una fuente importante de agua para consumo humano y uso agrícola, que son afectados por la contaminación provocada por las fosas sépticas cercanas que contienen desechos orgánicos, heces de animales o por agro-químicos, provenientes de la actividad agrícola los cuales se infiltran a través del suelo y que llegan a estas fuentes de agua.