Este estudio adquiere relevancia debido a que hoy la comunicación por parte de los actores políticos, ya no puede ser unidireccional, debe ser un proceso de interacción con los distintos actores sociales para elaborar las distintas estrategias y propuestas desde la perspectiva del otro. Busca plantear como a través de un proceso de interrelación se puedan formular estrategias más creativas, en las que incorporen toda una serie de elementos simbólicos inmersos en las distintas culturas juveniles, elementos de aprendizaje, y la utilización de esos medios no tradicionales para involucrar a los jóvenes dentro del proceso de la comunicación política. También pretende demostrar que hoy se vuelve necesario cambiar aquellos modelos estratégicos cuya única finalidad era la de obtener la victoria a través de derrotar en las urnas al rival, además de que no son capaces de generar un proceso de interacción con cada uno de los ciudadanos principalmente los jóvenes los cuales desde esa visión siguen siendo excluidos.