A pesar de la retórica con la que se decoran las manifestaciones de los diferentes actores políticos y empresariales, la verdad es que no existe actualmente un modelo profesional de dirección en servicios sociales. En las universidades españolas no existe ninguna titulación de grado para formar directivos de este sector. Lo más habitual sigue siendo formarse en cursos de máster o de postgrado. Por otra parte, y aunque parezca contradictorio, la administración de la empresa de servicios sociales no debería de estar orientada a los resultados. Que el objetivo empresarial no sea el lucro no significa que no deba tender a este tipo de administración. No es posible administrar sin buscar unos resultados. Nos interesa, también, medir la calidad de los servicios externos e internos de este tipo de empresas. Para los directivos responsables de la excelencia en el servicio, medir la eficacia resulta fundamental también para el éxito de la empresa. Estudios concretos han evidenciado que las organizaciones que tienen una reputación excelente a ojos de los clientes presentan un incremento muy notable en el beneficio por empleado, comparadas con aquellas empresas que poseen una mala reputación.