Con este trabajo se pretende indagar de qué forma los acontecimientos sociales (en concreto la crisis económica iniciada en 2008) inciden en el uso que los políticos hacen de la lengua con el fin de persuadir al receptor último, la sociedad. Para ello, se revisan las teorías dedicadas a los mecanismos de (des)cortesía verbal, además del procedimiento de deixis social, pues sirven de apoyo al desarrollo de los argumentos en las intervenciones parlamentarias. A partir de aquí, se llega a un concepto novedoso: la cortesía solidaria, como estrategia lingüística elaborada por los políticos mediante la muestra de consideración ante los grupos sociales más desfavorecidos por la crisis. De esta forma, se justifica que la lengua actúa como reflejo de los cambios sociales y de las necesidades concretas de los usuarios en la interacción verbal.