De estas estrategias,para combatir estrés mostradas en este libro las que fueron evaluadas y generaron mejores resultados fueron la aclimatación precoz y el uso de la restricción alimenticia en horas calurosas, permitiendo reducciones de hasta un 50% y 60%, respectivamente, en la mortalidad por calor; ambas estrategias no causaron disminuciones en los parámetros productivos. Finalmente, como ninguna estrategia logró reducciones superiores al 60% en la mortalidad en los pollos sometidos al ECA, se combinaron varias estrategias, pero no se evidenció aditividad entre las mismas. En general, aún no hay respuestas concretas a las preguntas formuladas anteriormente, pero hemos avanzado en conocer los procesos que se dan en el ave. En conclusión, todavía hay mucho que investigar sobre todo porque el pollo de engorde de hoy en día, cambia sus capacidades genéticas muy rápidamente, por lo que el estudio de nuevas líneas comerciales ha de ser constante y deben seguirse evaluando nuevas estrategias o mejorar las existentes, para lograr mejores resultados en la protección de los pollos de engorde contra la muerte por calor.