La articulación de Lisfranc ha sido epónimo de la articulación tarsometatarsiana desde que Jacques Lisfranc, cirujano de los ejércitos napoleónicos, describiera una amputación en el pie de un soldado a través de esta articulación. Desde entonces, el epónimo ha sido utilizado para describir lesiones del complejo tarsometatarsiano, compuesto por las bases de los cinco metatarsianos y sus articulaciones con las tres cuñas y el cuboides. El tratamiento de estas lesiones, ha ido ganando creciente atención en los últimos años, como consecuencia de las múltiples controversias que esta patología ha generado. Los arcos longitudinales y transversos del pie tienen una dependencia directa con las articulaciones tarsometatarsianas y contribuyen junto con otras estructuras a conformar un pie lo suficientemente estable y rígido que soporte el peso del cuerpo. Las lesiones del complejo TMT suponen una pérdida de la estabilidad estructural normal del pie provocando una deformidad asociada. En el tratamiento de la articulación tarsometatarsiana, es de vital importancia el correcto diagnóstico combinado con una reducción anatómica y estabilización para conseguir buenos resultados funcionales.