Se trata de una investigación realizada entre los años 2007 y 2008 en el centro penal de atención institucional El Buen Pastor de Costa Rica para mujeres. Es un estudio de caso de una privada de libertad y su familia, con miras a medir el impacto que sobre la familia tiene la reclusión de uno de sus miembros y el efecto de la estigmatización social que recae sobre ambas (privada de libertad y su familia). Dicha investigación pone en evidencia de manera puntual las implicaciones emocionales, psicosociales e ideológicas que desencadenan tanto el internamiento como la estigmatización, y propone a su vez los principales ejes de acción que debería contemplar una intervención sobre esta problemática, tanto desde la institucionalización carcelaria como otras ligadas a la problemática de género.