La cultura romana es esencialmente epigráfica. Desde los primeros estudios de esta civilización, principalmente a raíz de los descubrimientos de Herculano y Pompeya, se la denominó "la cultura de la epigrafía". Este trabajo pretende sacar a la luz y dar a conocer la epigrafía (en su mayoría, perdida) de la ínsula VII, 6 de Pompeya, la llamada "cenicienta", debido a la cantidad de desastres de los que ha sido víctima a lo largo de los siglos. Se ha prestado especial atención a los diarios de excavación de los siglos XVIII, XIX y XX, principalmente destacan los testimonios de los arqueólogos Fiorelli (1860 y 1875) y Spano (1910). También se recogen los estudios de la ínsula VII, 6 que ha emprendido el equipo de investigación dirigido por J. M. Luzón, al que pertenece la autora, desde 2007 hasta la actualidad. Por último, se presenta un estudio epigráfico de las inscripciones más llamativas y se propone una nueva manera de editar grafitos y dipinti por medio de reconstrucciones virtuales.