El suelo es un material natural que se utiliza para la construcción de estructuras, excepto para las capas superficiales de los pavimentos. Este suelo natural puede no ajustarse a los requisitos de diseño de un proyecto en curso. Por lo tanto, el suelo debe ser preparado para cumplir los requisitos llamados estabilización del suelo. La estabilización es el proceso de mezcla de diferentes suelos o la mezcla de aditivos (productos comerciales manufacturados) al suelo para mejorar las características del suelo, como la gradación, la resistencia, la durabilidad, la trabajabilidad, la plasticidad, etc. y así hacerlo más estable. Se requiere cuando el suelo disponible para la construcción no es adecuado para el fin previsto. La estabilización mecánica implica la compactación mediante el enclavamiento de partículas de agregados del suelo. La graduación de la mezcla de suelo y agregados debe ser tal que se produzca una masa densa cuando se compacta el método de estabilización depende del tipo de suelo y sus propiedades. La selección del tipo y la determinación del porcentaje de aditivo que se utilizará depende de la clasificación del suelo y del grado de mejora de la calidad del suelo que se desee.
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