Foucault evoca siempre la polvareda y el estruendo de un combate, y el propio pensamiento se le aparece como una máquina de guerra. Así, Foucault es una máquina de pensamiento . Los textos presentes constituyen un desenvolvimiento de parte de su obra, una exploración de ciertos caminos acaso inexplorados por nuestro autor. Aquí se analiza, por ejemplo, la efectividad de discursos, poderes e instituciones en espacios, en heterotopías recurrentes de ciertos aspectos de poder de las ciencias humanas; las posibilidades de aplicación del método arqueológico al estudio de la física, cuyo carácter diacrónico toma seriamente diversos aspectos epistemológicos de la práctica científica; se remite a la filosofía política de Foucault, y su particular forma de concebir el poder, en un estudio crítico sobre las diversas implicaciones entre el poder político, el saber y la forma de gobernar en las sociedades contemporáneas; o incluso se revisa la filosofía de Gilbert Simondon a la luz de lo queFoucault llamó una ontología del presente. Constituyen así estudios relevantes y de interés para todo aquel seducido por, a la sazón de Guillaume le Blanc, el pensamiento Foucault .