Las organizaciones sin fines de lucro requieren para la gestión de sus actividades de índole social aplicar decisiones financieras que les permitan administrar sus recursos y de este modo dar atención a los agremiados y participantes, al respecto los directivos de estas entidades deben asumir decisiones cuyas conductas morales sean apropiadas, ceñidas a los valores institucionales e inspiradas en principios éticos que rigen para cualquier profesión. En ese sentido los directivos no solo requieren del dominio de sus conocimientos, sino también evolucionar en las condiciones éticas establecidas en este tipo de organizaciones, por ello es necesario considerar aspectos como la contraloría de los agremiados y los entes que regulan su actuación. Los profesionales cuya responsabilidad es estructurar la organización bajo criterios éticos orientadores de las decisiones en especial las de índole financiero, deben tomar en cuenta las acciones a emprender derivadas de la formación profesional, cuyas normas prestablecidas incluyen principios éticos basados en criterios técnicos iy científicos, por tanto implican conductas morales y valores organizacionales ajustadas a cada proposito.