El presente trabajo investigativo se encamina a realizar un estudio sobre el proceso de resistencia cultural, tomando como muestreo empírico a Las Diabladas de Píllaro y a partir de la trascendencia escenográfica de dichas fiestas, las mismas que inicialmente fueron perseguidas; pero que luego, al imponerse el empuje de la Cultura Popular, fueron toleradas, como "folcklore", pero con el rechazo oficial del culto católico-romano, "porque rinden culto al Diablo". Una de las particularidades esenciales de Las Diabladas de Píllaro es la ruptura implícita y explícita con la ritualidad oficial de la Iglesia, por lo que se constituye en la única fiesta del Continente Americano en la que no existe la inclusión de esta institucionalidad ideológico-religiosa que fue impuesta con la conquista, la Colonización y la esclavización brutal de nuestros pueblos ancestrales. De modo que las festividades de Las Diabladas de Píllaro, hoy declaradas Patrimonio Cultural Intangible del Pueblo Ecuatoriano, se han mantenido al margen de aquella ritualidad santoral e iconográfica.