A pesar de todos los esfuerzos por erradicar la malaria, esta enfermedad sigue siendo uno de los mayores problemas sanitarios a los que se enfrentan las regiones tropicales y subtropicales. El subcontinente indio es conocido por la infección por P. v y P. f; y la mayoría de las muertes registradas se debieron a la infección por P. f. El paludismo ha aumentado drásticamente en la India en los últimos tiempos, tras su casi erradicación a principios y mediados de los años sesenta. Y, histórica y tradicionalmente, las partes de las plantas siempre se han utilizado como una fuente importante en la medicina contra la malaria. La mayoría de los medicamentos antipalúdicos eficaces, como la cloroquina, la quinina y la artemisinina, proceden de plantas. Debido a la creciente resistencia, la Organización Mundial de la Salud recomienda actualmente la artemisinina y sus derivados, en combinación con otros fármacos como la lumefantrina, la amodiaquina, la mefloquina y la sulfadoxina-pirimetamina (SP) como tratamiento de primera línea contra la malaria. Este hecho ha fomentado la búsqueda continua de nuevos fármacos antipalúdicos derivados de productos naturales. La India cuenta con una notable biodiversidad y ricas tradiciones culturales en el uso de plantas. Así pues, el presente estudio tenía como objetivo encontrar la actividad antipalúdica de las plantas Prosopis cineraria, Ipomoea pes-caprae y Pongamia pinnata.
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