Internet ha dado un giro radical a la difusión de la información sanitaria, poniendo a disposición del usuario cualquier tipo de información, lo cual conlleva grandes ventajas y a su vez, grandes desventajas. Entre las principales ventajas cabe destacar su gran accesibilidad, actualización, libertad de expresión de los usuarios, etc., mientras que entre las diferentes desventajas, lo más destacable es, sin duda, que la información que contiene Internet puede no ser fiable. Debido a este problema, resulta imprescindible evaluar la calidad de la misma.