En Guatemala la población en pobreza representa el 59.3%, esta situación limita el acceso y consumo de alimentos de alta calidad proteica (los de origen animal), lo cual genera una situación de Inseguridad Alimentaria y Nutricional en el país, que a largo plazo puede provocar desnutrición proteica, principalmente en la población más vulnerable. Una estrategia para reducir esta situación es la promoción del consumo de mezclas vegetales, ya que estas se elaboran a partir de alimentos de origen vegetal, tienen un menor costo y son de mayor accesibilidad para esta población. Por ello se realizó la presente investigación con el objetivo de establecer la aceptabilidad de una mezcla vegetal a base de harina de amaranto, harina de trigo y harina de ajonjolí, para ello se planteó la formulación de atol y champurrada elaborados con dicha harina, y se determinó la preferencia en ambas preparaciones.