El tromboembolismo pulmonar (TEP) constituye un problema sanitario de gran trascendencia debido a su elevada morbimortalidad y coste socioeconómico. Utilizando varias herramientas, quisimos valorar a los pacientes diagnosticados de TEP en los Hospitales Universitarios Virgen del Rocío de Sevilla desde el momento del ingreso hasta el alta hospitalaria e identificar a aquellos cuya evolución estuviera exenta de complicaciones para ponderar los factores pronósticos de evolución favorable o desfavorable en la fase aguda. Para ello aplicamos modelos clínico de fácil manejo (escala clínica española y la de Aujeski, PESI) combinándolo con biomarcadores cardiacos (troponina y BNP) y la ecocardiografía. Si analizábamos la secuencia escalas clínicas primero, troponina y finalmente la determinación de BNP como pruebas pronosticas, la probabilidad posprueba nos indicaba que, de todos los enfermos clasificados como de riesgo de muerte en la fase aguda, sólo la mitad fallecerán realmente. La escala española resultó segura a la hora de clasificar a los pacientes de bajo riesgo y su aplicación podría ayudarnos a realizar un tratamiento en régimen ambulatorio sin recurrir a otras herramientas.