La expansión urbana hacia la ladera en el Valle de Aburrá no obedece únicamente a la vivienda informal. Un alto porcentaje de las construcciones corresponden al sector inmobiliario formal, que ha optado por desplazarse a la franja periurbana como consecuencia de la habilitación de suelo de expansión por las administraciones municipales y los rendimientos económicos que esto representa, un ejemplo de este crecimiento urbano es el que se ha venido dando en el municipio de Sabaneta posterior al año 2000. La transformación del borde ha generado cambios morfológicos notorios en el suelo urbano por las densidades permitidas, modificando así el paisaje, las dinámicas sociales, culturales, económicas y la forma de habitar el territorio en las franjas colindantes o pertenecientes a suelos de protección ambiental o producción agrícola.