Desde las últimas décadas del siglo XX, en la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA), se asiste a una nueva forma de producción del espacio urbano a partir de la irrupción de las urbanizaciones cerradas. Pero, es durante el modelo neodesarrollista que parece consolidarse esta lógica. Las urbanizaciones cerradas fueron la opción elegida por sectores medios-altos, en búsqueda de mayor seguridad, y confort gracias a la gran publicidad que se ha hecho sobre ellas. En general, se localizaron en áreas periféricas de la ciudad, pero bien conectadas por el sistema de vialidades. En los últimos años también han tendido a localizarse en zonas bajas o de humedales, por sus particularidades paisajísticas o sus oportunidades de negocio a partir de la obtención de rentas extraordinarias. Así pues, éstas áreas se transformaron en el campo de disputa por el control de territorios antes marginales. Este trabajo propone analizar las representaciones sociales en torno a las incidencias que genera el proceso de expansión residencial cerrada en humedales urbanos. El caso a estudiar se desarrolló en Quilmes, a través del barrio náutico Nuevo Quilmes, y el barrio aledaño Villa Alcira.