La espera de la llegada de un hijo despierta diversos sentimientos en la familia, especialmente en la madre. Sin embargo, la hospitalización inesperada de un recién nacido provoca sentimientos ambivalentes en las madres. Se entiende que las experiencias de las madres ante la hospitalización de su recién nacido generen sentimientos de tristeza, culpa, miedo y frustración. Sin embargo, también pueden despertar sentimientos positivos al experimentar la mejoría diaria de su hijo. Los estudios han puesto de relieve la necesidad de que el personal de enfermería identifique estos sentimientos para ayudar a las madres a afrontar la hospitalización y proporcionar unos cuidados más eficaces a su hijo.
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