A medida que la globalización sigue afectando al entorno de los líderes, las organizaciones buscan cada vez más habilidades de mentalidad global. El autor examina los factores demográficos y organizativos que pueden aumentar la mentalidad global del líder y explora cómo la mentalidad global afecta al comportamiento de liderazgo. El estudio de método mixto operativiza la mentalidad global como una puntuación compuesta de la inteligencia intelectual del líder (compuesta por la capacidad de diferenciar e integrar, gestionar la incertidumbre, el reconocimiento de patrones y el pensamiento global) y la inteligencia cultural (compuesta por la apertura al aprendizaje, la sensibilidad emocional, la flexibilidad conductual y la comprensión transcultural). Los resultados indican que la mentalidad global mejora significativamente cinco dimensiones del comportamiento de liderazgo, como la planificación, la coordinación, la motivación, la comunicación y la colaboración. Según el estudio, la inteligencia intelectual y la capacidad de diferenciar e integrar son los predictores más significativos del comportamiento de liderazgo. Se ofrecen recomendaciones con implicaciones para los profesionales y los investigadores.
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