En los últimos diez años el colector cervical se ha afianzado como una técnica sencilla, económica y de gran fiabilidad en la extracción de semen equino. Sus ventajas respecto a la vagina artificial son evidentes ya que permite la extracción de semen sin manipuladores y con el semental y la yegua en libertad. Por otra parte, sirve para realizar controles seminales a caballos no entrenados para ello, o permite valorar la técnica de cubrición del semental sobre la yegua. Científicamente se ha comprobado su inocuidad para el semental y la yegua y su incapacidad para producir infecciones ni alteraciones de la microbiología propia de la zona genital. Todo ello unido a que no necesita entrenamiento por parte del caballo, la facilidad para introducirlo en la yegua y lo económico que resulta por ser reutilizable le confieren la posibilidad de ser una de las mayores mejoras en la reproducción equina en los últimos años.