En este trabajo se ha estudiado el fenómeno de ¿buckling¿, que se observa de manera natural en la vida diaria, ejemplos tales como los pliegues que aparecen en una manzana envejecida o en nuestra piel después de una inmersión prolongada en agua. Aunque el arrugue en hojas finas se haya estudiado varias décadas, nuestra comprensión de este fenómeno todavía no está completa. Hay por lo menos tres razones principales para esto. Primero, la morfología de las arrugas depende en la dirección de la fuerza que actúa en la base. Por ejemplo: el arrugado en frutas ocurre típicamente al azar porque la base se encoge de manera homogénea. Y aplicando tensiones multidireccionales que actúan en la muestra, resultan en arrugas complejas, las morfologías siguen siendo algo difíciles a comprender, caracterizar, y utilizar completamente. En última instancia, se han fabricado películas metálicas delgadas en substratos flexibles de polidimetilsiloxano (PDMS) con el fin de ser moduladas fácilmente y que preserve la propiedad de soportar deformaciones mecánicas.