Una de las principales disyuntivas de los actuales Gobiernos, es equilibrar la sustentabilidad ambiental con el desarrollo productivo de las regiones, ciertamente el nivel de consumo de los recursos naturales es mayor a su reposición natural. Sin embargo en muchos lugares son la única forma de subsistir que tienen sus habitantes. Dicha condición justifica por si misma la pertinencia en el desarrollo de esquemas de articulación productiva cuya finalidad sea fortalecer la economía simultáneamente con la vigilancia en el uso eficiente y racional de los recursos naturales, los bosques además de proveernos madera y combustibles, son fuente de agua y oxígeno, el fenómeno atmosférico del calentamiento global, además de protocolos internacionales para emisiones de carbón, requiere soluciones locales de alto impacto social, las decisiones que en materia ecológica y productiva se establezcan hoy, serán el eslabón fundamental para que las futuras generaciones disfruten de las bondades naturales del planeta.