El paro cardiorespiratorio es la emergencia vital por excelencia en anestesiología veterinaria y humana, son el punto final de muchas patologías agudas graves que comprometen la vida del paciente humano o veterinario. El Anestesiólogo Veterinario, Humano así como otros profesionales biomédicos deben conocer las bases de la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible, de la respiración, circulación y oxigenación cerebral, lo que se traduce clínicamente como PCR, y con ello poder diagnosticar y tratar a tiempo cada evento, para llegar a salvar la vida de un paciente humano o veterinario a través de el RCPC. (Argueta G., 2013, Argueta L., 2016).