El problema más grande hoy en muchos creyentes en Jesucristo, no es la falta de recursos, sino la falta de fe. Al creyente promedio de hoy le falta fe. Muchos depositamos nuestra confianza y esperanza en lo terrenal, en lo físico y en lo mundano y temporal, debemos depositar toda nuestra confianza y fe en Dios, nuestro Padre celestial. Por más grande que sea el problema, la necesidad, nunca debemos perder nuestra fe en Dios. ¿La fe, es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve¿. (Hebreos 11:1) la fe es un potencial donde fluye la esperanza y el poder transformador de Dios.