Ante los actuales ritmos de crecimiento poblacional se hace totalmente necesaria la búsqueda de nuevas estrategias, más sostenibles con el medio ambiente, para la obtención de los recursos necesarios para nuestra subsistencia. En este sentido, los hongos micorrícicos representan uno de los mejores ejemplos en la aplicación de biofertilizantes tanto en sistemas agrícolas como forestales, pudiendo representar una estrategia biológica con grandes beneficios y ningún efecto adverso.