La idea de formación ciudadana está en boga en el escenario mundial a partir de las primeras décadas del siglo XX, noción que se debate más allá de las fronteras nacionales, siendo el desarrollo cognitivo el que promueva a que los ciudadanos se responsabilicen por el actuar del mundo contemporáneo. Para ello, el enfoque de buscar las competencias y/o habilidades del siglo XXI permitirá conceptualizar a la educación como eje de transitoriedad para la ciudadanía democrática.El Dr. Reuven Feuerstein vislumbró este acontecimiento por medio de la inmigración de infantes a mediados del siglo pasado, y elaboró la teoría Modificabilidad Cognitiva Estructural, que explica tácitamente la propuesta educativa de aceptar y tolerar la transición cultural en un entorno globalizado. Puesto que, trabajar por la educación cívica permite preparar a los niños y jóvenes a enfrentar conflictos éticos a lo largo de su vida y a convivir en una sociedad más respetuosa con las diferencias.