Percibir la realidad en consonancia con los parámetros que imponen determinados sistemas políticos implica acatar tácitamente unas leyes que adquieren de esta forma validez universal. Unas leyes que garantizan la convivencia pacífica entre los ciudadanos que conforman la cultura de una zona geográfica concreta. Pero, ¿qué ocurre cuando un individuo entra en conflicto con su entorno inmediato? ¿Cuando decide alzar su voz para cuestionar la legitimidad de la verdad en la que hasta ese momento ha basado su existencia? ¿Cuando además sus argumentos ponen en entredicho la solidez de las estructuras en las que se asienta la sociedad en la que se encuentra inmerso? ¿Y qué sucede cuando se cuestiona la validez de esa realidad recurriendo a la ficción? La búsqueda de respuestas a estas cuestiones constituye el hilo conductor del presente volumen, que, tomando como referencia las tres primeras novelas de Monika Maron, ¿ Flugasche, Die Überläuferin y Stille Zeile Sechs ¿ surgidas en la década de los ochenta del siglo pasado en la Alemania oriental, se propone mostrar cómo la literatura puede proyectar un mundo alternativo al real no necesariamente más ficticio. Con ese fin, la aproximación a la obra literaria se realiza desde una perspectiva neohistoricista, deteniéndose en aspectos como la crisis de identidad del personaje de ficción y sus conexiones con el autor, el conflicto entre las diferentes versiones de la realidad recogidas en una misma época en todo tipo de textos narrativos, así como en la importancia de no desvincular la cultura del poder que la sustenta.