Esta obra estudia las relaciones entre la filología española del siglo XVIII y el pensamiento ilustrado para establecer cuál fue el programa de acción de la filología ilustrada, es decir, su sentido. Lo que sostenemos es que partir de examen del discurso sobre la decadencia de España se puede reconstruir la evolución del conocimiento filológico en el siglo XVIII. En la producción del discurso sobre la decadencia se concitan otras ideas y circunstancias que también contribuyeron a definir la filología de la época: los conceptos de honor y utilidad, la competencia cultural internacional, las críticas de los extranjeros a la cultura y la historia españolas, las apologías de lo español y la existencia de un régimen político y una élite burocrática necesitados de legitimidad.