Definitivamente la sociedad actual, quizás más que nunca antes, requiere imperativamente del Humanismo Académico, como formación de personas humanas sensibles a la injusticia social y ecológica, un estudiante que aprehenda desde el pensamiento crítico, el que le permita establecer empáticamente relaciones con la realidad, sin olvidar un concepto, y su praxis, tan importante como lo es el de: la solidaridad, con el planeta y con todos los seres vivos que le habitan.