A lo largo de los años, la industria del té ha desempeñado un papel importante en la economía nacional y mundial. India sigue siendo el mayor productor y consumidor de té del mundo. Las razones son el clima indio, el suelo y la disponibilidad de mano de obra cualificada, que proporcionan una ventaja absoluta. El té indio ha sido uno de los principales contribuyentes a la reserva de divisas del país. Además, emplea a un gran número de trabajadores y acelera el desarrollo de industrias complementarias como la de fertilizantes, madera contrachapada, carbón, automóvil, etc. El impacto de la globalización, unido a la amenaza de las importaciones y a la creciente competencia de otras bebidas, ha afectado negativamente a la industria del té en India. El nivel de precios ha ido disminuyendo desde 1994 y aunque hubo una mejora marginal en el primer trimestre de 2001. Se ha comprobado que los préstamos concedidos a las plantaciones de té para su plantación y mantenimiento por unidad de tierra son insuficientes. Uno de los principales puntos fuertes de la industria india del té es el gran número de pequeños agricultores asociados a ella. Con la actual financiación disponible, puede que no resulte alentador para los pequeños agricultores dedicarse al cultivo del té.
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