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En la noche del 9 de octubre de 1934 eran fusilados en el cementerio de Turón 8 hermanos de La Salle. Junto a ellos fueron asesinados un padre pasionista y dos carabineros. La Iglesia les llamó los mártires de Turón, y fueron beatificados y canonizados. Al rescatar esta anónima obra sobre la Revolución de octubre de 1934, escrita hacia 1944, y que pertenece al género hagiográfico, queremos retratar un momento en el que comunistas y anarquistas se disputaban el control de un sindicato minero en poder de socialistas. En este ambiente, la empresa invertía en la enseñanza y el bienestar de los obreros. Además, la masonería local enumeraba a los sacerdotes como sus parásitos revolucionarios. Presentamos una obra que demuestra la vitalidad y vigencia cultural de lo religioso, en un contexto de afirmación de lo nacional. Flores martiriales es una obra escrita por un eclesiástico, que convierte el martirio en el sacrificio por la verdad y el amor.