La mayor parte de los impactos ambientales que son consecuencia de las tecnologías de producción empleadas en los predios son compartidos por las distintas ecorregiones de Argentina y América Latina, tal el caso de las emisiones de sedimentos por erosión, materia orgánica de efluentes, o agroquímicos que son vertidos a las grandes cuencas que comparten canales de navegación, represas, puertos, y tomas de agua para potabilización. El avance de la frontera agropecuaria a zonas marginales de las diferentes ecorregiones genera cambios en los ecosistemas que aun están siendo evaluados por diferentes organismos. Actualmente es escasa e incipiente la información referida al impacto ambiental de la intensificación de la agricultura y la ganadería. Otro aspecto relevante es que los sistemas de valorización de la producción ambientalmente saludable a través de la aplicación de protocolos de certificación ambiental (ej.: normas ISO 14000) demuestran que si bien la conciencia global está creciendo respecto al cuidado del medioambiente, resta evaluar que la implementación de estas metodologías integren a todos los países de manera equitativa a nivel productivo y comercial.