El centro-norte de México es una región donde gran parte de su población aún vive en parajes rancheros. Desde principios del siglo XX sus habitantes han tenido que migrar a los Estados Unidos como estrategia de supervivencia individual y familiar. El amor al terruño, el gusto por trabajar el campo y la experiencia migratoria hace que los hombres de esta región se forjen cuerpos trabajadores para demostrar su hombría. A través de una etnografía realizada con un grupo de varones adultos mayores, rancheros y migrantes; este libro argumenta que las masculinidades se materializan mediante dos mandatos de la masculinidad denominados: "hombres trabajadores" y "hombres proveedores". Este libro resulta útil para los estudiosos del género y las masculinidades, presenta una forma novedosa de adentrarse a la construcción de las masculinidades a través del registro etnográfico y del rastreo de la memoria. El lector descubrirá que ambos mandatos masculinos se fusionan pero también entran en tensión.