En un entorno caracterizado por las intensas competencias, la industria turística se revela, cada vez más, como uno de los motores fundamentales del desarrollo de los países y un poderoso instrumento para el intercambio del conocimiento entre los pueblos; siendo el turismo, una de las alternativas confiable y viable de fuente de ingresos de divisas y generadora de oportunidades, tales como: empleos, beneficios sociales, económicos, de servicios públicos, culturales, entre otros. Esta actividad está llamada hoy en día a ocupar un lugar estratégico en el orden socioeconómico al constituirse en una alternativa real de la estructura productiva. La capacitación requerida para el siglo XXI, ya no es sólo de tipo general, sino que además y según el caso, demanda estudios superiores de postgrado, especializaciones y entrenamientos en habilidades especiales en el puesto de trabajo, con el fin de hacerlos más útiles y transformarlos en sujetos activos y decisores para facilitar la introducción de nuevos valores-competencias en el ambito laboral para potenciar y asumir los retos que impone la nueva economía