Este libro responde a la pregunta de investigación ¿Cuáles son las comprensiones de los docentes sobre su propia formación emocional? Aquí se que logra evidenciar una variedad de prácticas a las cuales se han recurrido que no siempre responden a una conciencia y responsabilidad de las emociones. Se puede ver claro, que las teorías planteadas del tema, en su mayoría, giran en torno a prácticas conductuales que se pierden en el tiempo. Además, a partir de las investigaciones de A. Damasio, se puede inferir que no es posible formar las emociones, porque la emoción no se puede formar, solo se puede conocer y, si acaso, disimular, pues simplemente se sienten. Lo que sí se puede formar son los sentimientos porque estos se prolongan en el tiempo a partir de las cogniciones hechas sobre las mismas emociones y las circunstancias, todo esto con ayuda de la consciencia la cual favorece el ¿sentir lo que sucede¿. Este texto propone pues, por un lado, un cambio de categoría: de ¿formación emocional¿ a ¿formación en responsabilidad emocional¿; por otro lado, una estrategia de formación en esta propuesta de responsabilidad.