Ahora bien, cuando se abordan estos dilemas referidos a cómo el docente actúa en su entorno laboral, no es fácil disociarse de las necesidades de formación que presenta durante el desarrollo de práctica profesional. En este sentido, Alanís asegura que es por medio de la formación permanente que se pueden satisfacer esos requerimientos, definiéndola como: "un proceso mediante el cual, el individuo participa de manera voluntaria (...), es decir, participa en la planeación, el desarrollo y la evaluación de su propia formación".