Las propiedades vigorizantes de la luz del sol han sido promovidas por los antiguos y por los modernos buscadores de la salud, pero las reacciones adversas producidas o evocadas por la energía ultravioleta que son muy diversas y su incidencia depende del cuadro clínico específico. En las enfermedades de la piel intervienen muchos factores fotosensibles y pueden llegar a causar lesiones agravantes en la epidermis, hasta causar riegos graves como el cáncer; y las altas tasas de exposición al sol, emiten una amplia cantidad de radiaciones electromagnéticas, pero las más importantes desde el punto de vista dermatológico, son las que pertenecen al espectro fotobiológico porque causan lesiones cutáneas (fotodermatosis). En general, parecen estar aumentando notablemente en los últimos años en todo el mundo, debido a la tendencia de las modificaciones ambientales provocadas por la contaminación, y ahora es uno de los principales o más consultado problema en salud pública en el mundo.