Dos de las causas más frecuentes de fracturas del ángulo mandibular son los accidentes de tráfico y las agresiones o altercados. En cualquier paciente que haya sufrido un traumatismo facial, son esenciales una anamnesis minuciosa y una exploración física completa centrada en la región de la cabeza y el cuello, así como una evaluación radiológica adecuada. Estos elementos son fundamentales para establecer un diagnóstico y desarrollar un plan de tratamiento adecuado para cualquier fractura mandibular.