Ninguna democracia moderna es inmune a las acusaciones de fraude electoral. Las elecciones ''libres y justas'' celebradas en un periodo constitucional regular son las más importantes para construir una sociedad democrática y pacífica, sobre todo en sociedades en situación de posconflicto. Las elecciones, que deben ser transparentes y creíbles, se convierten en un reto fundamental en los países en situación de posconflicto para el proceso de democratización y consolidación de la paz. "Cuando el pueblo marfileño en su conjunto habló por primera vez desde el año 2000, el 28 de noviembre de 2010 en un número abrumador dijo: ''Alassane Ouattara''. Desde entonces, se han multiplicado las denuncias de fraude electoral y las quejas contra varias regiones y circunscripciones electorales por parte del presidente en funciones y de algunos partidos políticos. En respuesta a estas quejas postelectorales, la violencia se extendió por el país con sus secuelas de consecuencias sociales, políticas y económicas que siguen afectando al país hasta hoy. Una década después, este estudio pretende revisitar las polémicas y disputas de 2010 sobre los resultados finales de las elecciones presidenciales, dando una respuesta académica a la pregunta relevante que sigue activa en el discurso político del país.
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