La tendencia mundial hacia un mayor consumo de frutas y hortalizas está ligada a la implementación de dietas más equilibradas y saludables, que aporten menos calorías, aun mayor sedentarismo y menor tiempo de preparación de las comidas. En la actualidad, el consumidor es más consciente de la importancia de una buena alimentación, y busca nuevas alternativas en comidas saludables. El United States Department of Agriculture (USDA) y la Food and Drug Administration (FDA) definen como frescas y mínimamente procesadas a aquellas frutas y hortalizas que han sido cortadas, lavadas, envasadas y mantenidas bajo refrigeración. El propósito de los vegetales y/o frutas mínimamente procesados es proporcionar al consumidor un producto muy parecido al fresco con una vida útil prolongada y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad de los mismos, manteniendo una calidad nutritiva y sensorial, no siendo necesario una preparación adicional previa a su consumo.