Según cifras oficiales, las exportaciones de bienes y servicios a nivel mundial son a fines de la primera década del siglo XXI el 29% del PIB total. Esto quiere decir que la parte del producto mundial que no es objeto de transacciones comercilaes internacionales equivale al 71% del PIB mundial. En otras palabras, la gran mayoría de las decisiones de producción mundial tiene lugar en escenarios o mercados regionales o locales. Hay que tener en cuenta, además, que dichas cifras constituyen solamente una aproximación a la producción mundial real, ya que no incluyen el autoconsumo, la producción de carácter informal o de trueque, que son parte importante en los países en desarrollo y también en los países desarrollados. En algunos países desarrollados el porcentaje de la producción nacional que se comercializa internacionalmente es apenas un 11 o 13%, como es el caso de EEUU y Japón, respectivamente. La fortaleza de las economías no depende, pues, de la producción que se exporta, sino del grado de articulación y eficiencia productiva que se consigue construir en los sistemas productivos locales y mercado interno de los diferentes países.