El 23 de abril de 2013, la juventud de Castilla y León disfrutaba de la festividad de su comunidad sin imaginar que desde ese momento serían protagonistas de todo un proceso de implantación de medidas políticas y económicas en su nombre, diseñadas y aprobadas a cientos de kilometros, precisamente el día anterior por el Consejo de Europeo de Ministros de Empleo, Asuntos Sociales y Consumo. Nacería así el Sistema de Garantía Juvenil, una inyección de 6000 millones de euros, dedicada a paliar la alarmante situación del desempleo juvenil europeo, especialmente de los países del arco mediterráneo. El presente estudio bucea sobre el proceso de implantación del programa en la comunidad autónoma de Castilla y León, con sus aciertos y sus errores, sus éxitos y sus fracasos, desde la perspectiva de sus, a menudo olvidados, protagonistas, los y las jóvenes.