A pesar de la importancia de las libertades públicas para todas las sociedades del mundo, incluida nuestra sociedad iraquí, estas libertades sólo pueden alcanzarse, promoverse y garantizarse a través de una constitución y un Estado de derecho al que todos, gobernantes y gobernados, deben estar sujetos.En consecuencia, puede decirse que la constitución debe contemplar las libertades públicas. También debe ser garante, protectora y respetuosa de esas libertades y definir mecanismos para su protección, de modo que cada miembro de la sociedad pueda garantizar sus libertades o reclamar que sus libertades y derechos han sido violados basándose en las disposiciones de esa constitución.
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