El organismo vivo es un sistema abierto muy organizado, en estado estable, captando materia y energía del medio. Al considerar el organismo como una caja negra, la expresión "balance energético" indica la relación cuantitativa entre dos conjuntos de energía en el mismo intervalo de tiempo: aquella obtenida a partir del medio y aquella gastada en los diferentes procesos vitales característicos del organismo dado. En una persona adulta un buen balance energético se reflejará en un peso corporal constante; pero la ganancia de peso puede estar debida no solo al exceso de consumo calórico y/o a la falta de ejercicio voluntario sino que, también, a la participación de muchos otros procesos osmótico y bioquímicos. Se analizan los componentes del gasto, los mecanismos fisológicos que lo controlan y la relación de estos con la ganancia y la pérdida de peso. El interés es el de presentar en un trabajo unitario estos aspectos mucho menos consolidados del problema de la obesidad, apoyado en más de 800, citas bibliográficas, lo que podrá dar lugar a nuevas líneas de investigación al lado de las recetas clásicas: come menos y muévete más.