Con esta investigación demostramos que el experimento de la caída libre de los cuerpos puede repetirse, pero con objetivos diferentes a aquéllos que motivaron a Galileo Galilei a realizar un experimento utilizando el plano inclinado. La hipótesis que guió nuestra investigación fue: El experimento de la caída libre de los cuerpos es susceptible de cambiar de finalidad. Para confirmar esta hipótesis, fue necesario inventar un prototipo tecnológico que funcione en el momento en que un cuerpo que está suspendido cae con dirección al centro de la Tierra; en el caso de los procesos experimentales que han permitido confirmar nuestra hipótesis, el cuerpo a ser atraído, ha sido la masa del agua contenida en uno o más recipientes. Después de haber confrontado las teorías con los resultados de los procesos experimentales, la hipótesis quedó confirmada, tal y como lo expresa la principal conclusión del experimento: Al utilizar una faja como medio de transmisión de la energía potencial gravitatoria, con un caudal de 10, 757 L/min, con una altura de 8,56 m, lograremos obtener 11, 56 voltios CC. Los resultados de la presente investigación han hecho posible el otorgamiento de una patente.