Un suizo de origen francés, Antoine-Henri Baron de Jomini (1779-1869) recibió experiencia de primera mano en las Guerras Napoleónicas sirviendo en diversas capacidades como oficial de estado mayor en 1805. Fue ascendido rápidamente, y a fines de 1810 Jomini ya se había convertido en general de brigada, caballero de la Legión de Honor y barón del Imperio Francés. En ese momento, también era un renombrado teórico militar, escribiendo sobre la historia de las campañas de Federico el Grande y Napoleón en Italia. Jomini participó en la campaña rusa de 1812, donde se desempeñó como gobernador militar de Vilna y luego como comandante de Smolensk. Durante el cruce de Berezina, Jomini realizó una serie de misiones de reconocimiento, que permitieron al emperador Napoleón salvar los restos de su Grande Armée. En 1813, Jomini se reincorporó al ejército francés como Jefe de Estado Mayor del Mariscal Ney y fue nominado para una promoción y condecoración por su servicio distintivo en la Batalla de Bautzen. Sin embargo, al no poder responder a ciertas demandas de sus superiores, de Jomini se vio privado de la tan ansiada promoción; enojado y frustrado, se unió a las fuerzas aliadas a mediados de agosto de 1813.
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