Vivimos en una época de grandes cambios, donde la única constante es el mismo cambio y, particularmente desde la década del 90, la tecnología informática se lleva los laureles en el ranking de los motores para esos cambios. Tan es así, que muchas veces se analiza este fenómeno poniendo demasiado énfasis en la componente tecnológica propiamente dicha, a costa de restarle atención a otras componentes, que tienen que ver con lo cultural y social. Estos últimos factores son afectados por la tecnología y viceversa, incidiendo en el cómo, cuánto y para qué, de su uso. Recientemente, un famoso escritor, pionero en la publicación de novelas por Internet, anunció que publicaría de a un capitulo su nuevo libro. A cambio de acceder a este documento, cada lector debería abonar un dólar. Si al cabo de algunas entregas se verificaba que los clientes no pagaban al menos en un 75% de los casos, simplemente este autor jamas publicaría el final.... Como el anterior hay varios casos y habrá muchos mas en la medida que esta revolución se asimile y democratice mas, pero la constante es que las reglas de juego del comportamiento social se están alterando violentamente.