El crimen y el temor al delito son partes constitutivas de las incertidumbres de las sociedades contemporáneas. Palabras como robos, violencia e inseguridad son repetidas asiduamente en el cotidiano moderno y, a diferencia de otros fenómenos, tienen el poder de influir notablemente en el comportamiento ciudadano: en los lugares de tránsito, en la valoración desigual de los espacios urbanos, en la catalogación social de los ciudadanos según su lugar de residencia, en la segregación espacial urbana, en definitiva, en la restricción del encuentro ¿con el otrö. Desde finales del siglo XX, el crimen, el delito y la inseguridad delictiva forman parte de los campos emergentes de la Geografía; disciplina que ha dotado a estos fenómenos de una peculiar mirada espacial en pos de explicar de modo integral, tanto sus causas como sus efectos. Inserto en los nuevos paradigmas geográficos, la obra se aproxima al campo de estudio de los espacios objetivos y subjetivos del Crimen y de la Inseguridad Delictiva Urbana respectivamente; dos términos íntimamente ligados pero de naturalezas opuestas, cuyas persistencias témporo-espaciales son la génesis de la Estigmatización Espacial.